Tuesday, March 12, 2019

Facturación Electrónica de SUNAT, Capítulo 1: Una historia de desastres de diseño

Este post lo voy a publicar en partes, porque realmente, en mis 35 años de programador, jamás he visto nada más desastroso que la implementación de la Facturación Electrónica de la SUNAT. Para los que no viven en Perú, la SUNAT es la oficina central de recaudación de impuestos del Perú, quienes han obligado a todos a utilizar el sistema de facturación electrónica, lo cual en sí no me parece malo. El problema es que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, y definitivamente el camino a la facturación electrónica es el infierno el cual han empedrado.

La SUNAT en el Perú es una de las entidades que más dinero tiene. Es tambien tremendamente burocrática, confusa, y con un poder mucho más grande de lo que una entidad pública debe ser. Pero más allá de todo, la SUNAT definitivamente no piensa como el usuario. Empecemos con un poco de historia.

El Peor Insulto al Diseño Industrial

Vayamos a antes de la facturación electrónica. La SUNAT, a fin de recaudar más y evitar la evasión tributaria, que era ley durante los 80s, implementó un modelo en papel, donde las facturas debía ser impresas sólo en imprentas autorizadas, con una numeración controlada por la SUNAT. Hasta ahí, podríamos decir que el sistema tenía sentido. El modelo obligaba a tener tres copias: Una para el emisor, una para el receptor, y una tercera para la SUNAT, que el cliente debía recibir para reportar los impuestos. Entonces, los talonarios de facturas, eran de tres hojar autocopiables. Uno escribía la factura, y automáticamente se copiaban las tres copias. Lo mismo funcionaba con sistemas computarizados. Las facturas debía imprimirse en impresoras de matriz de puntos.

Acá  viene la primera gran idiotez: Por LEY (es decir, no hay excepción), la primera hoja era para el cliente, la segunda para el emisor, y la tercera para la SUNAT. Es decir, que cuando imprimía, uno debía abrir el talonario, desglosar la copia del medio para los archivos internos, y entregarle al cliente la primera y tercera copia.

Pensemos por un segundo....

No hubiera sido más fácil que la primera y segunda copia vayan para el cliente, y la tercera se quede en el talonario? O al menos, que el propio negocio decida el orden de sus copias? Pero NO! La ley decía que así se debía hacer.

La SUNAT tambien obligaba en los documento físicos a colocar el total de la factura en letras. Esto tiene algún sentido, ya que el fin es no falsificar los datos de la factura, y el total en letras corrobora el total en números.

Pero definitivamente la SUNAT ha obligado a los peruanos que utilizaban sistemas de cómputo a utilizar las ruidosas, obsoletas y caras impresoras de matriz de puntos, sin darle al usuario ninguna alternativa de impresión. Esto ha sido la historia del Perú hasta este 2019, donde empieza la facturación electrónica.

El anuncio fue al principio recibido con entusiasmo... hasta que vimos el cómo se iba a implementar esto.

Vamos a ver en el capítulo 2 la continuación de esta desventura.

No comments: